El inicio de la Revolución Industrial en el siglo 18 condujo a una transición decisiva en la fabricación de productos.
Antes de este tiempo, artículos como ropa y muebles se producían a través del esfuerzo individual en un sistema domesticado, donde se usaban herramientas simples en el hogar para crear los bienes deseados.
Sin embargo, el sistema en el hogar tenía fallas en algunos aspectos, ya que no era posible la producción a gran escala de artículos, con diferentes resultados para el mismo producto. La segunda mitad de la siglo 18 vio un cambio en este mecanismo, con el advenimiento del vapor y la energía hidráulica, que se utilizaron en la automatización de los procesos aplicados en el sistema de la fábrica.
Historia y Evolución de la Fábrica
Usado por primera vez en Inglaterra en la industria textil, el uso de procesos mecánicos pronto se extendería a países como Estados Unidos.
La primera fábrica establecida en los Estados Unidos data de 1790 cuando Samuel Slater vino de Inglaterra y construyó una fábrica para producir hilo.
Hacia finales del siglo XVIII, la idea de piezas intercambiables fue introducida por eli whitney. El concepto, utilizado inicialmente en la industria de las armas de fuego, aseguró que las partes del arma de fuego se fabricaran según especificaciones precisas.
La sustitución de cualquier pieza se podía realizar utilizando elementos de cualquier otra arma del mismo diseño y también reducía los tiempos de producción. La introducción de piezas intercambiables formó la base para la producción en masa.
A medida que la industria fabril siguió creciendo en los siglos XIX y XX, los sistemas de fabricación siguieron su ejemplo y siguió la mejora en la gama de productos producidos. Centradas inicialmente en la industria textil, las fábricas producirían máquinas, vigas de acero, vías férreas y, finalmente, vehículos. La introducción de la línea de montaje se produjo en el año 1901 cuando Ransom Olds patentó la idea, lo que permitió que su producción de automóviles aumentara en un 500% en un solo año.
La evolución de la fábrica se vio como una tendencia positiva ya que las ganancias aumentaron durante este tiempo; los bienes se volvieron más disponibles y las ciudades florecieron a partir de la generación de ingresos de las fábricas. Sin embargo, este auge no se produjo sin costos: la contaminación del aire y el agua era rampante y no estaba regulada, y el abuso laboral se volvió aún más común.
Los trabajadores estaban sujetos a condiciones peligrosas y largas horas, y los niños y las mujeres se utilizaban principalmente como miembros de la fuerza laboral. Los términos trabajo infantil y talleres clandestinos se convirtieron en sinónimos de trabajo en fábricas, así como de salarios bajos, apenas dignos. Como resultado, los sindicatos se establecieron en la segunda mitad del s. Siglo 19 como un medio para mejorar las condiciones de trabajo y defender los derechos de los trabajadores.
El estado actual de la fábrica
Durante el 1950 y 1960 se llevaron a cabo experimentos para investigar la implementación de la robótica en la industria fabril, con empresas como General Motors aplicando con éxito brazos robóticos a su línea de montaje.
Los continuos avances tecnológicos, incluido el uso de la robótica y la automatización, han dado como resultado condiciones de trabajo más seguras y menos extenuantes para los empleados de la fábrica, así como la creación de nuevos puestos de trabajo que tradicionalmente no requieren mucha mano de obra. Un estudio de Universidad de California en Berkeley en 2018 mostró que las regulaciones ambientales también han llevado a una disminución en la cantidad de contaminación producida por las fábricas.
Hoy, la Fábrica del Futuro está ganando terreno entre los fabricantes. La implementación de tecnología innovadora, como Internet de las cosas (IoT), la comunicación entre máquinas y análisis de vanguardia, brindan oportunidades de crecimiento y maximización de ganancias. Aunque relativamente nueva en la etapa de ejecución, Factory of the Future tiene como objetivo reducir costos, mejorar la tasa de producción y crear nuevas y emocionantes perspectivas laborales.
Haber de imagen: SvedOliver/Shutterstock