En 2013, Google X lanzó los auriculares portátiles Google Glass, que eran tan desagradables como adelantados a su tiempo. Criticadas por infringir potencialmente la privacidad, las gafas presentaban una pantalla de visualización frontal y permitían a los usuarios acceder a la web y también tomar fotografías y videos.
En lugar de centrarse en los consumidores, la nueva versión Enterprise va donde debería haber ido en primer lugar: trabajadores que necesitan acceso a información en tiempo real de una manera que les permita tener las manos libres. El informe describe aplicaciones de fabricación bajo pedido en las que los trabajadores a menudo necesitan instrucciones explícitas paso a paso para cada pieza altamente personalizada. Específicamente, “los elementos del menú ofrecen las opciones para ir al siguiente paso, tomar una foto, pedir ayuda y más. Cuando se completa un paso, el trabajador dice: ‘OK, Glass, continúe’ y el proceso se repite”.
El componente de la tecnología Google Glass se puede conectar a las gafas de seguridad y ha sido diseñado para ser más liviano y ofrecer una mayor duración de la batería que las versiones anteriores. Business Insider dice que cientos de trabajadores de fábricas de compañías como Boeing, GE y VW han estado usando “secretamente” los dispositivos en sus plantas durante los últimos dos años.