El inventario administrado por el vendedor (VMI) es una técnica de gestión de inventarios en la que el proveedor de un producto (es decir, el vendedor) asume toda la responsabilidad de optimizar y mantener el inventario de un minorista (comprador).
El modelo de negocio contrasta con la gestión de inventario convencional, en la que el minorista es responsable del tamaño de su inventario.
En cambio, el minorista comparte sus datos de inventario con el vendedor, que actúa entonces como tomador de decisiones y gestiona las existencias en nombre del minorista.
El vendedor es, por tanto, responsable del coste de los pedidos del minorista, mientras que éste es responsable del coste de mantenimiento.
¿Cómo funciona el inventario administrado por el proveedor?
El modelo VMI puede emplearse de cualquiera de las siguientes maneras:
El proveedor está en las instalaciones del cliente. En este caso, uno de los empleados del proveedor se encuentra a tiempo completo en las instalaciones del cliente.
El vendedor decide cuándo y cuántas existencias hay que pedir para satisfacer la demanda del consumidor.
Este modelo es habitual en situaciones en las que existe un importante acuerdo de suministro contractual entre el vendedor y el minorista, como en la industria del automóvil.
El proveedor repone periódicamente el inventario durante una visita a las instalaciones.
En lugar de operar fuera de las instalaciones del cliente, el proveedor en este caso revisa físicamente las existencias del minorista y determina si es necesario reponerlas.
Si es necesario reponerlo, el proveedor visita al minorista y repone el inventario en consecuencia.
El proveedor repone el inventario basándose en los datos del sistema de inventario del cliente.
A diferencia del método anterior, en el que el proveedor visita físicamente las instalaciones del minorista, aquí el proveedor tiene acceso al sistema de gestión de inventario del minorista (MRP/ERP).
En este método, el minorista comparte voluntariamente el acceso a su red, lo que permite al vendedor supervisar el estado del inventario a distancia.
Ventajas del inventario gestionado por el proveedor
El VMI tiene numerosas ventajas tanto para el proveedor como para el minorista.
Una de las principales ventajas de este enfoque es que básicamente externaliza la gestión del inventario.
El trabajo del vendedor consiste en garantizar que el inventario esté siempre en niveles óptimos para satisfacer la demanda de los consumidores. Esto puede dar lugar a:
- Una reducción significativa de las existencias de seguridad
- Reducción de la probabilidad de déficit de inventario
- Protección contra la pérdida de inventario
- Menor coste de transporte (coste de mantenimiento)
Dado que el proveedor asume la responsabilidad de gestionar el inventario, las empresas pueden dedicar sus recursos a otras áreas de negocio, como el desarrollo empresarial y el marketing.
El VMI también puede beneficiar al proveedor. Al tener acceso a los datos de los puntos de venta de los clientes, puede obtener una valiosa información sobre la demanda de su producto, lo que puede ayudar a prever las ventas.
Además, el Inventario Administrado por Proveedor (VMI) puede ayudarle a desarrollar una relación comercial duradera con los minoristas.
Asociar a un minorista concreto con la marca del proveedor también puede ayudar a los esfuerzos de marketing del proveedor y crear oportunidades para futuros desarrollos comerciales.
Aunque el VMI es un método eficaz de gestión de inventarios, depende de una comunicación y un intercambio de información eficaces entre el proveedor y el minorista.
Por tanto, los minoristas deben asegurarse de que los proveedores tengan acceso a los datos suficientes para gestionar el inventario de forma eficaz sin poner en peligro la información confidencial de la empresa.