La variedad de formas, formas y tamaños de robots en todo el mundo hoy en día es asombrosa y emocionante. Así que no sorprende que el término “robot” tenga innumerables definiciones, especialmente gracias a los avances tecnológicos modernos. Lo que sigue es una asombrosa cantidad de discusión sobre las propiedades más importantes que deben tener los robots, esencialmente lo que llamamos la encarnación física de un sistema inteligente.La variedad de formas, formas y tamaños de robots en todo el mundo hoy en día es asombrosa y emocionante. Así que no sorprende que el término “robot” tenga innumerables definiciones, especialmente gracias a los avances tecnológicos modernos. Lo que sigue es una asombrosa cantidad de discusión sobre las propiedades más importantes que deben tener los robots, esencialmente lo que llamamos la encarnación física de un sistema inteligente. ¿Debe ser autónomo? ¿portátil? ¿Tiene que ser capaz de interactuar significativamente con los humanos? Se sigue debatiendo la importancia de estas habilidades a la hora de diseñar sistemas robóticos, pero parece que se pasa por alto una cosa: analizar qué constituye un sistema inteligente y, sobre todo, los componentes que necesitan mejorar.
Desde grandes robots fabricados para realizar tareas demasiado peligrosas para que las completen los humanos, hasta pequeños sistemas inteligentes integrados en dispositivos móviles físicos, es inevitable que los encontremos en un día determinado. . Además, la creciente literatura sobre robótica permite a los aficionados y aficionados por igual seguir las tendencias en el desarrollo de robots en todo el mundo, brindando el conocimiento básico y el conocimiento comprensible para permitir a los lectores crear este tipo de robots de propósito general. Escala para su propio uso. Ya sea que estén físicamente incorporados o no, estos agentes inteligentes en constante evolución son fascinantes de comprender en muchas áreas de investigación y en el contexto de diversas funciones.
Desafortunadamente, aunque la robótica moderna ha logrado grandes avances, aún se necesita mucho progreso en esta área. Las limitaciones de la inteligencia artificial son la causa principal de esta pugna por avanzar en la autonomía, pero el hardware y los componentes mecánicos juegan un papel igualmente importante.
El campo de la robótica, por su propia naturaleza, depende en gran medida del hardware para permitir que los robots recopilen información sobre su entorno en constante cambio. Sin embargo, los sensores necesarios para la comunicación e interacción humana avanzada no siempre son lo suficientemente fiables como para implementarse en agentes móviles. Por ejemplo, el costo es uno de estos límites. La calidad de los sensores, como micrófonos y cámaras, sigue mejorando con los nuevos avances tecnológicos, pero es posible que estos sensores no sean ideales para la implementación robótica. Es posible que no sean adecuados para las condiciones ambientales en las que se coloca el robot en particular. Piense en situaciones de búsqueda y rescate, despliegues submarinos y otros usos atípicos de los robots. La compensación entre la ubicación del sensor y el riesgo de colisión es otra consideración que hace que la instalación de sensores de hardware más nuevos sea más difícil de lo que imagina, especialmente si no tiene suficiente experiencia para conocer este obstáculo.
Por supuesto, esto no quiere decir que los avances en inteligencia artificial no sean la métrica principal que determina la robustez del robot. No importa cuán sofisticados sean los componentes físicos del robot, la capacidad del robot para comprender los datos que recibe es tan buena como el software integrado en el robot. Una cámara sofisticada puede determinar que una persona está sosteniendo un bate de béisbol, pero el software no puede decir si una persona está golpeando una pelota de béisbol con él o una herramienta. Y en un entorno en constante cambio, es muy difícil entender personas y objetos individuales en una imagen, cómo esos objetos interactúan entre sí, cuáles son sus relaciones. No hace falta decir que es necesario descifrar si o no.
Para hacer que este esfuerzo sea aún más desafiante, algunos de los robots más impresionantes y modernos son capaces de realizar tareas asombrosas pero están limitados por sus necesidades mecánicas.Crearon un robot PETMAN para simular cómo un soldado acentuaría su equipo de protección en condiciones que promueven la exposición. Como resultado, puede ponerse en cuclillas, doblarse, equilibrarse y realizar varios ejercicios físicos como un ser humano. Sin embargo, a pesar de estos impresionantes logros, el actuador de PETMAN se basa en bombas de potencia industrial y motores de gasolina, lo que hace que la implementación en aplicaciones móviles sea poco práctica. Además, el robot PR2 de Willow Garage está diseñado para uso personal, con un sofisticado rango de movimiento a su disposición. Sin embargo, no puede moverse a la velocidad requerida para el uso práctico en muchas situaciones. Puede doblar servilletas o traer agua, pero puede llevar más tiempo del que espera.
El mundo de la robótica sigue trabajando para liberarse de las limitaciones de espacio y latencia con el fin de aumentar la portabilidad y la utilidad de los agentes inteligentes. Pero a medida que la potencia de procesamiento continúa avanzando (fiel a la Ley de Moore), lo que más y más ingenieros están descubriendo es que los actuadores y motores deben ponerse al día con sus contrapartes basadas en computadora. Sin embargo, las leyes del movimiento no son las mismas que las leyes de la información. La reducción del tamaño de la información no se puede extrapolar a la reducción del tamaño de la escalabilidad física. La creación de procesadores más pequeños podría resolver el problema del deseo de transmitir la misma cantidad de información en un espacio cada vez más pequeño, mientras que un brazo robótico de la mitad del tamaño de otros brazos podría transportar la misma cantidad de energía.
Pero aparte de la mecánica, está claro que suficientes desafíos en términos de complejidad de hardware y software son los principales determinantes de si la robótica puede progresar como campo. De hecho, los paralelismos entre nuestro propio cerebro humano y los límites de nuestro cuerpo son una extensión fascinante de esta línea de pensamiento y una excelente analogía para comprender este contexto de la robótica y sus desafíos.
Curiosamente, cuando las personas escuchan la palabra “robot”, muchos asumen que los robots tienen cierto grado de autonomía, expresividad y atención a las personas con las que interactúan. Los agentes inteligentes ahora pueden actuar y realizar más tareas. Sin duda, las películas de ciencia ficción de Hollywood han despertado tales expectativas entre los consumidores, pero los científicos creen que aún no se han logrado grandes avances en portabilidad, autonomía, inteligencia, seguridad, velocidad y practicidad.
Las películas pueden influir en el diseño de los robots y su progreso, pero la robótica puede tardar algún tiempo en alcanzar las expectativas modernas de lo que se espera de los robots. Es decir, si las expectativas modernas se tuercen antes de que esto suceda, pero si consideramos no solo la inteligencia artificial, sino también el hardware y los componentes mecánicos en nuestro diseño, esta realidad puede llegar antes de lo esperado.