Las pautas para elegir una fuente de alimentación se pueden resumir en tres términos principales. Estos son ajuste, forma y función.
Una definición básica es:
- Ajuste: el ajuste es la capacidad de conectarse físicamente, interconectarse o convertirse en un componente integral de otro elemento.
- Forma: la forma es el tamaño, la masa, el peso, la forma y otras dimensiones que identifican de manera única una fuente de energía.
- Función: una función es simplemente una acción o una acción para la que está diseñada una fuente de alimentación.
prioriza tus necesidades
Todas las fuentes de alimentación tienen una hoja de datos que identifica el montaje, la forma y la función. Los diseñadores deben consultar la hoja de datos del fabricante para asegurarse de que la fuente de alimentación cumpla con los requisitos de la aplicación. Se deben considerar todos los criterios, pero dependiendo de la aplicación, ciertos parámetros pueden resultar más importantes que otros.
Por ejemplo: en algunos diseños, el espacio puede ser un problema crítico (forma), mientras que en otros pueden ser necesarios conectores o interfaces especiales (ajuste). Además, es posible que se requieran ciertos requisitos eléctricos (funciones). Recomendamos priorizar lo que más necesita, comenzar allí y avanzar con los requisitos restantes.
Comprender la hoja de datos
Al consultar las hojas de datos, tenga en cuenta que las definiciones de ajuste, forma y función del fabricante pueden diferir de otras interpretaciones de la misma información. Esto es causado por diferentes terminologías y diferentes formas de caracterizar lo mismo. Por ejemplo, un fabricante publica la corriente operativa nominal como “carga completa” mientras que otro usa “carga máxima”. Puedes llamarlos cosas completamente diferentes, por lo que es bastante fácil confundirse.