Los tanques se utilizan de diversas formas en aplicaciones biomédicas y farmacéuticas, incluido el almacenamiento y la mezcla de productos químicos y compuestos químicos, así como en la investigación. La fabricación de tanques, por lo tanto, debe facilitar el manejo seguro de productos químicos agresivos al tiempo que previene la contaminación y la lixiviación. Los tanques de plástico y los tanques de acero inoxidable son opciones populares y cada uno ofrece propiedades y ventajas únicas para aplicaciones específicas.
Tanques de plástico
La fabricación de tanques de plástico se lleva a cabo utilizando polietileno de alta densidad, polipropileno, polivinilideno, Teflon™ y otros tipos de plásticos. En el pasado, los tanques de acero inoxidable se usaban principalmente para el almacenamiento de productos químicos, ya que se creía que los tanques de almacenamiento de plástico a base de polietileno eran propensos a la lixiviación, la corrosión y el crecimiento bacteriano como resultado de las resinas vulnerables. Ahora se sabe que ciertos plásticos ofrecen una resistencia química significativa, lo que los convierte en una opción popular para el almacenamiento de líquidos y productos químicos en aplicaciones biomédicas y farmacéuticas.
Los tanques de plástico también ofrecen ciertas ventajas sobre los tanques de acero inoxidable, que incluyen:
- Costo más bajo
- Peso más ligero
- Fabricación de tanques más rápida
- Transparencia, lo que permite a los trabajadores ver fácilmente los niveles de material dentro del tanque
- Facilidad de instalación
- Vida útil de 20 años o más
- Menores gastos de mantenimiento
- Mayor flexibilidad
Además, la fabricación de tanques de plástico que utiliza polipropileno y polivinilideno tiene la clasificación USP VI, lo que hace que estos tanques sean ideales en aplicaciones de sistemas de agua ultrapura desionizada, así como aplicaciones de mezcla biofarmacéutica que incluyen agitación de lodos de cromo, preparación de tampones y preparación de medios.
Cabe señalar que ciertos materiales de fabricación de tanques de plástico pueden ser más vulnerables a las temperaturas extremas y no son adecuados para aplicaciones que involucran calefacción y refrigeración intensas.
Tanques de acero inoxidable
Los tanques de acero inoxidable se utilizan para aplicaciones de mezcla que requieren valores nominales de presión o vacío. Estos tanques también se utilizan para almacenamiento y procesamiento en la industria farmacéutica.
Los tanques de acero inoxidable también son la mejor opción para ciertas aplicaciones de calefacción y refrigeración debido a la resistencia de los tanques contra roturas cuando se exponen a temperaturas intensas de frío o calor. Los tanques de acero inoxidable también ofrecen una alta resistencia contra materiales rugosos que pueden crear vulnerabilidad en los tanques de plástico.
La fabricación de tanques de acero inoxidable ofrece algunas ventajas sobre la fabricación de tanques de plástico, tales como:
- Mayor resistencia al agrietamiento y a la temperatura.
- Alta resistencia a la corrosión
- Alta resistencia física y durabilidad.
- Los tratamientos químicos reducen la reactividad
- Reciclable
- Higiénico
Sin embargo, los tanques de acero inoxidable requieren un mantenimiento regular y costosos revestimientos para su protección. Las costuras y los puntos de soldadura dentro de un tanque de acero crean vulnerabilidad y, por lo general, son los primeros puntos de picaduras, corrosión por grietas y ataque químico. Estos tanques también son costosos de fabricar en comparación con los tanques de plástico, debido a la necesidad de soldadura y pulido de base metálica.
Un tanque de acero inoxidable requiere una base más compacta y sólida para la instalación. Una vez instalado, no debe moverse para que no se comprometa su integridad estructural, lo que permitiría el desarrollo de fugas.
Tanto los tanques de plástico como los tanques de acero inoxidable se utilizan comúnmente en diversas aplicaciones dentro de las industrias biomédica y farmacéutica para almacenamiento, mezcla y otras necesidades. La evaluación cuidadosa de las demandas de aplicaciones específicas, así como las cualidades del material, ayudará a determinar la elección del material ideal.